Empezando a querer de nuevo

Sin duda que la vida es un constante querer y ser queridos, tarea que no es fácil pero que de alguna manera nos motiva y nos hace mirar hacia adelante con la esperanza de que encontraremos a alguien que nos quiera más y que nos demostrará que nunca habíamos querido realmente.

Con tal motivación tan presente es que uno sabe que siempre se puede empezar de nuevo, pero el miedo está ahí, ese terror a lo desconocido, a que duela otra vez, a desilucionarse nuevamente de aquello que nos hace despertar contentos, que nos da ganas de despertar. Es un susto rico, pero que me tiene con la guata apretada de solo acordarme.

Increíble como la vida pone las oportunidades y guía nuestros caminos hacia direcciones insospechadas, ilusionandonos con la idea de que somos de alguna manera dueños de nuestros destinos. Aquí va la noticia: NO EXISTE. La vida nos lleva siempre donde ella quiere que lleguemos, tarde o temprano. Nos distrae con la idea de que tomamos decisiones propias, pero cuando el destino quiere, quiere con ganas y eso me pasó a mi. Patalié y miré para todos lados, pero llegué donde N igual, gracias a su esfuerzo y perseverancia que hoy adoro.

Estoy empezando a querer de nuevo. De una manera más humilde, más grande, menos idealista y más placentera. Sin presiones ni argumentos, sin ataduras, libre y desinteresadamente. Después de terminar una relación muy linda pero desgastadora, creo que puedo decir que crecí bastante y que tengo muy claro lo que no quiero en mi vida, lo que valgo, mis defectos y virtudes y todo lo que soy capaz de hacer por las personas que quiero.

El es bueno, cariñoso, tierno, preocupado, aperrado, humilde y sincero. Debe tener miles de defectos que todavía no conosco pero al mirarlo, se ve la trasparencia de sus sentimientos, las ganas grandes que tiene de quererme tanto como yo a él. Primera vez que alguien me abraza y me siento segura, cómoda, como si nada pudiera pasarme mientras esté ahí.

Me da un miedo gigante esto de embarcarme tan luego en algo que puede ser aun más grande que el miedo. Pero, me quiero arriesgar y empezar a querer de nuevo, desde cero, y dejar que me quieran como corresponde.